Muchachuelo de brazos cetrinos
Que vas con tu cesta, Rebosando naranjas pulidas De un caliente color ambarino; Muchachuelo que fuiste a las chacras Y a los árboles amplios trepaste Como yo me trepaba cuando era Una libre chicuela salvaje; Ven acá muchachuelo; yo ansío Que me vuelques tu cesta en la falda. Pide el precio mas alto que quieras. ¡Ah, qué bueno el olor a naranjas! A mi pueblo distante y tranquilo, Naranjales tan prietos rodean, Que en Agosto semeja de oro Y en Diciembre de azahares blanquea. Me críe respirando ese aroma Y aún parece que corre en mi sangre. Naranjitas pequeñas y verdes Siendo niña, enhebraba en collares. Después, lejos llevóme la vida. Me he tornado tristona y pausada. ¡Qué nostalgia tan honda me oprime Cuándo siento el olor a naranjas! Si a otro pago muy lejos del tuyo, Indiecito, algún día te llevan, Y no eres feliz, y suspiras Por volver a tu vieja querencia, Y una tarde en un soplo de viento El sabor a tus montes te asalta, ¡Ya sabrás, indiecito asombrado, Lo que es la palabra “nostalgia”! De: Juana de Ibarbourou – Poemas |
|
Si querés escucharlo en la voz de la autora:
|
http://www.palabravirtual.com/index.phpir=ver_voz1.php&wid=2455&p=Juana+de+Ibarbourou&t=El+vendedor+de+naranjas&o=Iris+Marga
No hay comentarios:
Publicar un comentario