martes, 29 de julio de 2014

El vendedor de naranja



Muchachuelo de brazos cetrinos 
Que vas con tu cesta, 
Rebosando naranjas pulidas 
De un caliente color ambarino; 

Muchachuelo que fuiste a las chacras 
Y a los árboles amplios trepaste 
Como yo me trepaba cuando era 
Una libre chicuela salvaje; 

Ven acá muchachuelo; yo ansío 
Que me vuelques tu cesta en la falda.
Pide el precio mas alto que quieras. 
¡Ah, qué bueno el olor a naranjas! 

A mi pueblo distante y tranquilo, 
Naranjales tan prietos rodean, 
Que en Agosto semeja de oro 
Y en Diciembre de azahares blanquea. 

Me críe respirando ese aroma 
Y aún parece que corre en mi sangre. 
Naranjitas pequeñas y verdes 
Siendo niña, enhebraba en collares. 

Después, lejos llevóme la vida. 
Me he tornado tristona y pausada. 
¡Qué nostalgia tan honda me oprime 
Cuándo siento el olor a naranjas! 

Si a otro pago muy lejos del tuyo, 
Indiecito, algún día te llevan, 
Y no eres feliz, y suspiras 
Por volver a tu vieja querencia, 

Y una tarde en un soplo de viento 
El sabor a tus montes te asalta, 
¡Ya sabrás, indiecito asombrado, 
Lo que es la palabra “nostalgia”!


De: Juana de Ibarbourou – Poemas



Si querés escucharlo en la voz de la autora:

http://www.palabravirtual.com/index.phpir=ver_voz1.php&wid=2455&p=Juana+de+Ibarbourou&t=El+vendedor+de+naranjas&o=Iris+Marga

No hay comentarios:

Publicar un comentario